Especialistas del Hospital Universitario Vall d’Hebron han diseñado una nueva técnica endoscópica, denominada fetoscópica, con la que han conseguido operar a varios fetos con espina bífida a través de dos pequeños orificios realizados en el útero. Es menos invasiva y menos peligrosa que la cirugía abierta, disminuye la prematuridad de los bebés y reduce las secuelas y las malformacionesReduce las secuelas y las malformaciones, si bien hasta el momento sólo se realiza en la clínica Valle de Hebrón, en Barcelona
Los equipos médicos debían esperar al nacimiento para operar, pero a partir de 2011 son posibles las operaciones neonatales, que limitan las secuelas pero que se hacen con cirugía abierta, más agresiva para la madre, y con el riesgo de provocar un parto prematuro. La nueva técnica, menos invasiva para la madre y para el feto, reduce problemas serios como la hidrocefalia, problemas derivados de la malformación de Chiari II o problemas locomotores, que complican la vida de los afectados.
De momento se han operado nueve bebés, y en seis de los casos los nacimientos se han producido al final del embarazo. Los médicos del Valle de Hebrón, que ofrecen a los padres esta técnica junto con las tradicionales, consideran que es necesario que pasen 2-3 años y poder estudiar los casos para validarla del todo, si bien destacan la «falta de financiación» a la hora de abordar nuevas técnicas.
La espina bífida es una malformación de la columna vertebral que se produce en las primeras semanas de gestación. Provoca diferentes grados de lesión en sistemas como locomotor y nervioso. Es una de las principales causas de discapacidad infantil, si bien tres de cada cuatro casos se evitarían tomando ácido fólico antes del embarazo y durante el primer mes de gestación. En Navarra, ANPHEB sirve de apoyo tanto a los padres como a los afectados a través de una atención integral.